¡Tu cerebro no distingue la ficción de la realidad… y Dios lo diseñó así!
La neurociencia revela el poder secreto de la lectura para hacerte vivir lo que nunca imaginaste
Por La Redacción de Cobertura Especial
29 de octubre de 2025
Abres las páginas de un libro y minutos después ya te sientes en la piel de un detective, una misionera, un exitoso arquitecto, un gran expositor o uno de los discípulos de Jesús.
Mientras lees, tu cerebro no solo imagina lo que ocurre: lo vive.
La neurociencia confirma que al leer, tu mente activa las mismas zonas cerebrales que usarías al experimentar algo en la realidad. En otras palabras, Dios nos creó con la capacidad de “vivir” lo que leemos.
Al leer, tu cerebro dibuja imágenes, activa zonas que controlan emociones y movimientos que construyen conexiones poco reveladas hasta ahora.
Este es uno de los descubrimientos más fascinantes sobre la lectura, que la convierte en una de las actividades más poderosas para el desarrollo cognitivo y emocional.
El Dr. Raymond Mar, psicólogo de la Universidad de York, Canadá, afirma que "leer es una gran manera de expandir nuestro horizonte de experiencias".
Lo que ocurre en el cerebro al leer
Estudios demuestran que al leer la descripción de una escena o una acción, se activan en la mente las mismas áreas cerebrales que utilizaríamos para experimentarla en la vida real. La lectura no es un proceso simple: implica múltiples regiones cerebrales que trabajan al unísono.
Cuando leemos se activan redes visuales (al “ver” imágenes en la mente), redes de lenguaje y cortezas motoras — todo coordinado por la plasticidad cerebral.
La Dra. Véronique Boulenger, neurocientífica, lo confirma: al leer verbos de acción (como "patear" o "correr"), el cerebro "simula la acción que lee", siguiendo la somatotopía (conexión de puntos del cuerpo con puntos del sistema nervioso) de la corteza cerebral. Es decir, ¡estamos entrenando nuestro cuerpo solo con la mente!
Más allá de las neuronas: beneficios concretos
Empatía y comprensión social
Leer ficción (novelas) nos hace más capaces de entender a otros. Quienes se “transportan” emocionalmente en una historia — es decir, se sienten parte de ella — desarrollan mayor empatía.
Mejora cognitiva, vocabulario y estructura cerebral
Leer frecuentemente transforma físicamente el cerebro: zonas del lenguaje, memoria y visuales ganan en volumen y conectividad. La Universidad de Cambridge encontró que niños que leían por placer tenían mayor volumen cerebral en regiones clave y mejor rendimiento cognitivo.
Reserva cognitiva y salud mental
La lectura regular genera lo que se llama “reserva cognitiva”: una especie de protección frente al deterioro cerebral asociado con la edad. También se ha relacionado con reducción de estrés, mejor sueño y bienestar general.
Cómo conectar todo esto con tu vida
Como dice Mar: “Puede que nunca sepamos cómo es vivir como una persona con discapacidad, pero podríamos acercarnos a entender esa experiencia si leemos un relato muy bien escrito que nos pone en su lugar.”
El cerebro que Dios diseñó para aprender a través de las palabras
Cuando un creyente lee —ya sea la Biblia, una biografía inspiradora o una historia que refleja valores cristianos—, su cerebro no solo memoriza: se entrena en la compasión, la paciencia y la comprensión.
Así, leer sobre el amor de Cristo puede llevarnos a practicarlo; y leer sobre el perdón puede inspirarnos a otorgarlo. La lectura, cuando es guiada por el Espíritu Santo, se convierte en una acción transformadora.
¿Por qué vale la pena empezar a leer o mejorar esta habilidad?
5 consejos de lectura
La próxima vez que abras un libro, recuerda esto: tu cerebro no está simplemente “pasando páginas”, está activando circuitos, simulando experiencias, creando empatía y construyendo músculo mental. Y lo hace de forma fascinante.
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