¿Linchamiento digital: la cultura de la cancelación y las consecuencias devastadoras para sus víctimas
Más allá de retirar apoyo a famosos o empresas por actuar de manera cuestionable este fenómeno puede hundir carreras y dañar reputaciones irremediablemente.
Por: la Redacción de Cobertura Especial
18 de diciembre de 2024
La cultura de la cancelación (cancelamiento) o, cancel culture en inglés, es el nombre que recibe el movimiento en el que una persona o empresa puede ser “vetada”, ignorada o víctima de un complot que promueve su “eliminación digital”.
Por lo general, esto le ocurre a personas famosas o empresas con productos reconocidos, y no es necesariamente malo o bueno, ya que el movimiento se originó, según sus defensores, para detener el abuso de los poderosos.
La cultura del cancelamiento encuentra sus raíces en el activismo digital, particularmente en plataformas como X, Instagram y Facebook, donde el poder de la opinión colectiva puede amplificarse en cuestión de horas.
Tuvo su origen en los Estados Unidos a principios de la década de 2010, cuando usuarios de redes sociales comenzaron a exigir rendición de cuentas a figuras públicas por comentarios o acciones pasadas consideradas criticables.
Lo que empezó como un llamado a la justicia social rápidamente evolucionó hacia un mecanismo de presión que, en algunos casos, lleva a la "cancelación" de carreras, reputaciones o incluso productos.
Su auge también está ligado a movimientos como #MeToo y Black Lives Matter, que utilizaron las redes sociales como una herramienta poderosa para visibilizar problemas sistémicos.
¿En qué consiste la cancelación?
El fenómeno se basa en un proceso relativamente simple: alguien—una celebridad, una empresa, o incluso un ciudadano común—es llamado al escrutinio público debido a comentarios, publicaciones antiguas o decisiones que se perciben como ofensivas.
A partir de ahí, las redes sociales pueden convertirse en un campo de batalla donde se exige que esa persona enfrente consecuencias, que pueden incluir disculpas, despidos o boicots.
Se dice que muchos casos de "cancelación" pueden parecer justificados, como la denuncia de conductas verdaderamente dañinas; sin embargo, también se ha demostrado que puede ser una espada de doble filo.
Algunas de sus famosas víctimas
J.K. Rowling
Cortesía: www.reuters.com. /. J.K. Rowling
Gina Carano
Cortesía: Disney+/Lucasfilm /. Gina Carano
Chris Pratt
Cortesía: Wirelmage /. Chris Pratt
Kevin Hart
Cortesía: THEO WARGO/GETTY IMAGES /. Kevin Hart
Johnny Depp
Cortesía: Dior Savauge /. Johnny Depp
Por otro lado, numerosas empresas también han sufrido a raíz de sus decisiones comerciales y publicitarias. Aquí te damos algunos ejemplos:
Nike
Goya Foods
Chick-fil-A
Bud Light
Pepsi
Como ves, las consecuencias para todos los involucrados oscilan entre pérdidas económicas, daño a la reputación y reacciones divididas del público.
Los peligros de la cancelación
Cortesía: www.pixibay.com
Esta cultura fomenta un ambiente donde las personas temen expresarse libremente por miedo a ser "canceladas". Esto no solo limita la discusión abierta, sino que también puede sofocar el pensamiento crítico y la creatividad.
También, promueve una visión polarizada del mundo: quien no esté de acuerdo con las normas culturales predominantes se arriesga a ser etiquetado como enemigo.
Además, la acción de “cancelar” rara vez ofrece un camino hacia la restauración. Una vez que alguien ha sido marcado, la "rehabilitación" pública es difícil de lograr.
Esto es especialmente peligroso en una era donde todo queda registrado digitalmente, y errores del pasado pueden resurgir con consecuencias devastadoras.
Seguidores y críticos
Los defensores argumentan que es una herramienta de empoderamiento para las minorías y los oprimidos. Ven en ella una forma de equilibrar el poder al exigir justicia y responsabilidad.
Por otro lado, los críticos, incluyendo intelectuales, líderes políticos y religiosos, advierten que esta cultura corre el riesgo de convertirse en un mecanismo opresivo, donde el castigo sustituye al diálogo y la reconciliación.
El peligro de esta cultura para los cristianos
Cortesía: Cristóbal Ríos Montaner
Este movimiento representa desafíos únicos, aunque bien puede recordarnos a los años en que hablar de Dios fue objeto de castigo para nuestros ancestros.
En la actualidad, un cristiano puede ser visto como radical o intolerante al expresar sus opiniones respecto a temas controversiales, como el aborto; o al sostener que debemos actuar de acuerdo a lo que a Biblia nos enseña. Allí surge uno de los “peligros” de predicar y ser vistos como inflexibles.
¿Cómo responder con gracia y verdad en un ambiente tan polarizado?.
La Biblia nos da herramientas específicas para evitar caer en la controversia. ¿La más importante? Recordar que todos somos pecadores necesitados de la gracia de Dios.
Jesús mismo enfrentó una "cultura de la cancelación" en su época. Los fariseos y otros religiosos buscaban desacreditarlo y destruirlo públicamente; sin embargo, su respuesta fue siempre: la verdad, el amor y la disposición a perdonar.
En Juan 8, cuando una mujer es acusada de adulterio y llevada ante Jesús, él responde con una frase que resuena hasta hoy: "El que de ustedes esté libre de pecado, que tire la primera piedra" (Juan 8:7).
Como cristianos, debemos resistir la tentación de unirnos al linchamiento público o al silencio cómplice.
En su lugar, hemos sido llamados a dar una alternativa diferente: la cultura de la gracia. Esto significa reconocer el pecado y las injusticias, pero también extender el perdón y abogar por la reconciliación.
Mientras muchos se deleitan destruyendo reputaciones, los cristianos somos un faro de esperanza, demostrando que la restauración y el amor son posibles en Dios.
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