¿Están más dispuestos los latinos a tomar clases para ser mejores hombres?
¿Qué dirían en la calle si ven a alguno de ustedes con un delantal puesto?, pregunta el profesor Juan David Cortés en Colombia.
La respuesta del grupo de hombres que, en su mayoría, supera los 40 años: ¡carcajadas y bromas!. “Nos dirían mandilones”, grita uno.
Podría pensarse que se trata de un experimento para “medir” el nivel de machismo de los hombres en suramérica, pero no. Se trata de una de las tantas preguntas que el maestro Cortés de la Escuela para Hombres hace a sus alumnos del programa A Cuidar Se Aprende.
Las actividades para el inusual grupo de estudiantes incluyen: sostener correctamente un bebé de caucho, arrullarlo y simular alimentarlo; o bien, trenzar el cabello de un maniquí para aprender a peinar, sin lastimar, a una niña.
El aula también es fuera de serie ya que los asistentes se acomodan en un contenedor acondicionado que recorre diferentes zonas del sureste de Bogotá, Colombia; como parte de una iniciativa llamada Hombres al Cuidado de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte del país.
El fin en realidad es que los hombres desafíen los estereotipos y asuman un rol más activo como padres, esposos; y especialmente, como hombres capaces de vivir y gestionar sus propias emociones.
Este grupo, del que reporta BBC Mundo, está integrado por al menos 20 trabajadores del Transmilenio, el sistema de transporte de la capital colombiana; en el que había incrementado el número de reportes de accidente provocados por el mal manejo de emociones y bajo autocontrol de los empleados.
Más de 11 mil hombres han pasado por las aulas reportando cambios importantes.
“En estas clases se evidencia lo complejo que es reflexionar sobre nuestra propia emocionalidad, que los hombres no podemos expresar nuestras emociones en público o que no podemos pedir ayuda para solucionar nuestros problemas”, explicó el catedrático al medio de noticias.
El complicado terreno de las emociones masculinas
Un hombre escribió a su mujer durante la Segunda Guerra Mundial, en pleno apogeo de la batalla, donde caían bombazos y había muertos por todos lados.
Su carta decía: ¡por favor, no me escribas,
no me hables, déjame disfrutar la guerra en paz!
¿Qué estaría pasando ese hombre en casa al punto de sentir mayor paz en medio de una guerra que amenazaba su vida?
Lamentablemente pocos países cuentan con algo llamado Escuela para Hombres; sin embargo, sí existen recursos que han permitido a los hombres sentir, analizar y expresarse sin temor a ser vistos como débiles.
Los terapeutas revelan que existen al menos seis pasos que ayudan a un hombre a encontrar el equilibrio que necesita para mejorar su vida y la de quienes le rodean.
- 1. Tú no eres tus emociones. Puedes sentirte mal, desmotivado e incluso tener el impulso de llorar. Es normal pasar por ello y, a veces, unas lágrimas alivian el peso que se siente ante una dificultad; pero si sabes gestionar sin estallar con otros, habrás superado la emoción y tendrás de nuevo el control.
2. Date la oportunidad de sentir. Si pasas por un momento de enojo. Siéntelo, analízalo y luego, sigue adelante, no te quedes allí. Es solamente una emoción más.
3. No todo tiene una explicación. Solemos pensar que el sentimiento de tristeza o felicidad fue ocasionado por algo, pero no necesariamente es así. Cambios hormonales, el clima o el cansancio pueden llevarnos a sentir cosas sin un origen determinado.
4. Identifica y controla. No somos dueños de las emociones por lo que al llegar una debemos darle el espacio que merece. Por ejemplo, si sientes celos, ubica el sentimiento y luego decide continuar si darle mucha importancia. Horas después, la emoción habrá pasado y podrás ver el asunto desde otros ángulos.
5. Las emociones no son negativas o positivas. Lo que hace la diferencia es cómo reaccionas ante una emoción. Cuando controlas tus impulsos, la emoción está bajo dominio.
6. Tienen un propósito. Debes aprender a escuchar una emoción y decidir si es necesario aplacarla o aprovecharla como impulso para alcanzar algo superior.
¿Es un mejor hombre el cristiano?
Pocas veces escucharás a un hombre decir que va a una Escuela para papás, para esposos o para la gestión de sus emociones; sin embargo, un hombre cristiano lo hace constantemente, consciente o inconscientemente al ir a la iglesia.
Al aceptar a Jesús en su corazón, el hombre empieza a desarrollar una nueva naturaleza, un nuevo carácter y nuevos valores que lo embarcan en un proceso de evolución nunca antes visto.
El hombre iracundo se transforma en pacifista; el soberbio en humilde y el pesimista en optimista. Su interior experimenta una serie de cambios que lo llevan a otro nivel de comportamiento. Se trata de un proceso en el que el hombre asiste a una Escuela Espiritual que modificará su conducta poco a poco.
Además, el hombre cristiano suele ser diferente a los demás por ciertas características:
Un hombre de Dios se guía por la palabra. Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera, se lee en la Biblia.
Un hombre de Dios sabe orar. Reconoce la importancia de la presencia de Dios en su vida.
Tiene convicciones. No se involucra en actos corruptos y camina con firmeza.
Es un hombre de fe. Confía en Dios en todo momento.
No todos los latinos podrán tener la ayuda de una Escuela para Hombres, pero sí pueden tener a su alcance la guianza de Dios por medio de amigos y pastores que les apoyen para ser hombres de valor.
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