Crisis de liderazgo político: ¿cómo pueden los cristianos ser parte de la solución?
Han sido mentores, asesores, reformadores y líderes en sus comunidades y naciones, pero, ¿es eso suficiente en la actualidad?.
Por: la Redacción de Cobertura Especial
Domingo, 3 de noviembre de 2024
El liderazgo político atraviesa una profunda crisis. Desde los escándalos de corrupción hasta la falta de empatía con los ciudadanos, muchos sistemas de gobierno parecen estar desconectados de sus pueblos.
Un ejemplo muy claro en 2024 es la situación en Estados Unidos donde el inicio de la campaña electoral por la presidencia estuvo marcada por las descalificaciones que sus dos candidatos, Donald Trump por los Republicanos, y Joe Biden con los Demócratas; se lanzaban enfocándose en su edad, escándalos propios y familiares; y comentarios oportunistas.
Muchos se empezaron a preguntar por qué no emergían nuevas figuras que representaran al pueblo americano y sus intereses; sin embargo, lo único que cambió fue la renuncia de Biden y su reemplazo por Kamala Harris, su vicepresidenta.
Entonces, ¿no hay alguien más para contender?
Cortesía: AP Photo / Evan Vucci Robert F. Kennedy Jr.
Claro, aparecen a lo lejos otros nombres como el de Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente John F. Kennedy; pero sin gran respaldo popular.
Pese a esa falta de figuras inspiradoras, en la historia de América aparecen personajes cuyas vidas marcaron a sus naciones.
En la década de los 90, la Christian Coalition liderada por Pat Robertson movilizó a millones para incidir en temas conservadores, logrando una influencia significativa en el Partido Republicano y ayudando a definir políticas en favor de la familia y la vida.
Hoy, figuras como el senador republicano Tim Scott, un cristiano de larga trayectoria, usan sus plataformas para enfatizar en la reconciliación racial y la justicia social.
En América Latina también tenemos algunos ejemplos como en Brasil, donde pastores como Silas Malafaia han sido consultores en asuntos de moralidad pública y bienestar social.
En Colombia, líderes evangélicos han participado en las negociaciones de paz, especialmente tras el histórico acuerdo con las FARC en 2016.
En Guatemala, iglesias evangélicas fueron mediadoras durante la posguerra en los años 90, contribuyendo a la reconciliación nacional y a iniciativas comunitarias.
Algunos de los valientes
William Wilberforce en el Reino Unido. En el siglo XIX, el parlamentario británico dedicó su vida a abolir la esclavitud.
Influenciado profundamente por su fe cristiana, Wilberforce lideró una lucha incansable que resultó en la abolición de la trata de esclavos del Imperio Británico en 1833.
El infaltable Martin Luther King Jr. en Estados Unidos, fue pastor, activista y un pilar en el movimiento de derechos civiles en los años 60.
Inspirado en Dios, King abogó por la igualdad y la justicia racial; y su liderazgo ayudó a establecer cambios significativos en la legislación del país.
El arzobispo Desmond Tutu en Sudáfrica fue una figura crucial en la lucha contra el apartheid. A través de su rol en la iglesia anglicana (una rama del protestantismo) y su influencia en sectores evangélicos, defendió los derechos humanos y la reconciliación.
Su fe en Dios, la justicia y el perdón fueron fundamentales para la transición pacífica de Sudáfrica hacia una democracia en 1994.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el pastor y teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer fue una figura de resistencia contra el nazismo. Se involucró en la política clandestina y promovió la fe en Dios y la defensa de la dignidad humana.
Bonhoeffer fue arrestado y encarcelado bajo cargos de haber formado parte en los complots planeados por miembros de la Abwehr (Oficina de Inteligencia Militar) para asesinar a Adolf Hitler y por esa razón fue finalmente ahorcado el 9 de abril de 1945.
Su vida y sacrificio inspiraron a generaciones de cristianos a comprometerse con la justicia.
El gran pero poco conocido ejemplo de Corrie ten Boom en Países Bajos. Aunque no fue política, Corrie fue una cristiana comprometida que arriesgó su vida para salvar a judíos durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial.
Su casa en Haarlem, Países Bajos, se convirtió en un refugio donde salvó vidas y almas.
Más tarde, Corrie comenzó una campaña de predicación que la llevó por al menos sesenta países en los que hablaba de Dios y de su experiencia burlando a los nazis.
¿Cómo ser parte de la solución?
No existe una fórmula perfecta; sin embargo, aquí te dejamos algunas ideas para implementar si quieres ser parte del cambio.
Proverbios 11:14 nos dice: donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.
No se trata de involucrarse directamente en la política, si no es tu vocación; de lo que se trata es de inspirar a otros bajo la premisa de Mateo 5:14: Ustedes son la luz del mundo.
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