El fin de año y la depresión… ¿Por qué parecen ir de la mano?
Cómo evitar que una atmósfera de tristeza inunde tu corazón y tu casa cuando te falta dinero, hay metas no cumplidas y expectativas sin respuesta. Hoy veremos qué dice Dios al respecto.
Por: la Redacción de Cobertura Especial
02 de diciembre de 2024
El fin de año suele ser un tiempo de reflexión, celebraciones y nuevos comienzos; sin embargo, también puede ser una época marcada por la tristeza, la soledad y, en algunos casos, la depresión, pero ¿por qué ocurre esto?.
La depresión puede originarse por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos; pero las consecuencias son personas con su mínimo nivel de energía.
La palabra “depresión” (tristeza profunda e inhibición de las funciones mentales) puede generar un conflicto interno para quienes creemos en Dios ya que las emociones de angustia, ansiedad o desesperanza que afloran en este período confunden a quienes suponían que la vida de un creyente debe ser de felicidad todo el tiempo. Pero en realidad, no es así.
En el pozo de la desesperación
-Salmo 40:1, 2
Cuando la Biblia habla de un "pozo", como lo hace en este pasaje del libro de los Salmos, siempre me hace pensar de las profundidades de la depresión, escribe la autora norteamericana Joyce Meyer en su libro Controlando sus emociones.
El rey David hablaba de sus sentimientos como si estuviera cayéndose en un pozo y clamando al Señor para que lo rescatara y pusiera sus pies sobre tierra firme. Al igual que al rey David, a nadie le gusta estar en el pozo de la depresión. Es un lugar horrible.
Cuando nos sumimos en una profunda depresión, ya nos sentimos bastante mal. Para colmo, viene además Satanás para echar leña a nuestra desdicha haciéndonos recordar todas las cosas horribles que jamás hayamos pensado, dicho o hecho. Su meta es la de hacernos sentir tan desdichados que perdamos la esperanza de jamás causarle a él problema alguno, ni cumplir con el llamado que Dios tiene para nuestra vida, puntualiza la predicadora.
Como explica Meyer, la depresión sacudió profundamente a los siervos de Dios en la Biblia; sin embargo, debemos tener claro que esas batallas no son cosa del pasado y aún hay mucho por aprender.
¿Por qué la depresión parece intensificarse a fin de año?
Cortesía: www.pixabay.com
Existen varias razones. En primer lugar, las expectativas sociales sobre la felicidad y la celebración pueden aumentar la presión emocional.
Las fiestas están llenas de imágenes de familias unidas, amigos compartiendo y una "felicidad perfecta", lo que puede hacer que aquellos que se sienten solos o desconectados se vean aún más miserables.
Además, el balance del año —pensar en lo que no se ha logrado, o recordar pérdidas importantes— puede profundizar los sentimientos de tristeza.
Estudios recientes sugieren que hay un aumento en los trastornos emocionales hacia el final del año, lo que podría explicarse por varios factores, como el clima más frío (menos horas de luz solar), el estrés de “tener que dar regalos”, la falta de una pareja o el ascenso que nunca llega.
No se trata de actitudes caprichosas que aparecen por temporadas. Según un estudio realizado por el American Psychiatric Association, alrededor del 64% de las personas reportan sentirse más tristes o ansiosas durante los últimos meses del año.
Mientras que la depresión estacional afecta a un pequeño porcentaje de la población (alrededor del 5%), y se conoce como "tristeza navideña".
Además, la depresión es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y durante esta época aumentan los reportes.
¿Un tema tabú para los cristianos?
Existe una fuerte tendencia a pensar que las emociones negativas como la tristeza profunda son señales de falta de fe.
Pero, es necesario reconocer que la Biblia no prohíbe la tristeza, y que incluso sus grandes personajes experimentaron momentos de profundo dolor.
De hecho, la tristeza y la lucha emocional no solo son reconocidas en las Escrituras, sino también se les da una respuesta comprensiva y esperanzadora.
¿Qué nos dice Dios?
El Rey David, un hombre conforme al corazón de Dios, experimentó muchas pruebas y momentos de desesperación. En el Salmo 34:18, leemos: "Cerca está el Señor de los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu".
La presencia de Dios es cercana a aquellos que están “rotos”, y en sus momentos de dolor, Él ofrece consuelo. Recuerda que no estás solo.
En Filipenses 4:6-7, el apóstol Pablo nos invita a no estar ansiosos por nada, sino a presentar nuestras peticiones a Dios con acción de gracias. La promesa es que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y mentes en Cristo Jesús. Busca la paz de Dios.
Isaías 40:29-31: "El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas." Aunque en ocasiones nos sintamos agotados emocionalmente, Dios promete renovarnos. Recibe la fuerza de Dios.
En 2 Corintios 1:3-4, se nos habla de un Dios "que nos consuela en todas nuestras tribulaciones", para que podamos consolar a otros.
La esperanza que proviene de las promesas de Dios es una fuente constante de fortaleza, incluso cuando las circunstancias no mejoran de inmediato. Aférrate a las promesas de esperanza que Dios te ha dado.
La depresión y el fin de año no tienen que ser una combinación inevitable.
La Biblia, lejos de ignorar la realidad del sufrimiento, nos ofrece respuestas llenas de compasión, promesas y la certeza de que en Dios somos más que vencedores.
Cada vez que un sentimiento de desesperanza, temor o tristeza te invada, utiliza estos versículos para declarar una nueva victoria en tu vida.
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