¿Adicción al teléfono?

Cuando “navegamos” sin rumbo en redes y aplicaciones hasta perder la noción del tiempo

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Por: la Redacción de Cobertura Especial

Domingo, 24 de noviembre de 2024

Muchos bromean con la palabra “adicto”, pero debes recordar que la adicción es todo aquello que te genera una dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico, según la Real Academia Española; pero que pocos reconocen.

¿No lo crees?, más adelante tenemos un test para ti.

La adicción digital es un fenómeno que afecta la salud mental y emocional, pero que recientemente también está ganando terreno en lo espiritual pues está dañando nuestra relación con Dios.

El trastorno creció a tal punto que, en 2009, en el Reino Unido le asignaron un nombre: nomofobia, es decir, miedo irracional a no tener el celular o estar incomunicado.

Pero, ¿cómo equilibrar el uso de la tecnología con la necesidad de cultivar una vida espiritual profunda y auténtica?.

Las redes sociales, los videojuegos, el streaming y las aplicaciones móviles (incluyendo plataformas de películas) se han integrado profundamente en nuestra vida cotidiana, pero el exceso de exposición a estas plataformas puede estar desviando nuestra atención de Dios.

La adicción digital y sus efectos

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Se trata de una de las adicciones de mayor crecimiento en la última década. Según un estudio de Pew Research Center (2021), más del 70% de los adultos en Estados Unidos informaron sentir dependencia de sus dispositivos móviles para mantenerse conectados, informados o entretenidos.

Esta dependencia tiene un costo emocional y espiritual significativo. El uso excesivo de la tecnología puede contribuir a la ansiedad, el estrés y la depresión.

The American Psychological Association (APA) en 2022, le llamó "estrés tecnológico" y explica que está relacionado con la incapacidad de desconectarse de dispositivos digitales, lo que genera una sensación constante de agobio.

Otros informes revelan que los adolescentes que pasan más de 3 horas al día en redes sociales tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas de depresión y ansiedad.

Desde una perspectiva cristiana, la adicción digital puede erosionar la calidad del tiempo que se solía dedicar a Dios, la familia y la iglesia.

El pastor y autor cristiano John Piper ha advertido sobre la "distracción constante" que generan los dispositivos electrónicos, que restan tiempo de calidad en la presencia de Dios.

Haz un autoanálisis

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¿Qué tan “adicto” eres a los dispositivos móviles? (celular, tablet o computadora)

Analiza cuántas de estas características te describen:

Pasas más de 4 horas al día en el teléfono, incluso sin un propósito claro. Si no lo has estimado, las redes sociales y algunos teléfonos contabilizan tu tiempo “navegando” y pueden darte esta información.

No puedes ir al baño o salir de casa sin el celular.

Haces cosas extremas por recuperar el aparato en caso de haberlo olvidado en algún sitio.

Te sientes ansioso porque “te falta algo” si no puedes tener acceso al teléfono.

Te distraes con facilidad de tareas importantes por verificar “qué ha pasado” o quién ha escrito en los últimos minutos.

Tus constantes notificaciones te impiden concentrarte completamente en una sola actividad como conversar cara a cara con alguien.

Te despiertas constantemente por la noche y “aprovechas a revisar” el celular.

Disfrutas “chequear” en tus redes sociales cuántas personas comentaron o le dieron “me gusta” a tu más reciente publicación.

Y… la negación. Tus amigos y familia bromean de tu adicción al celular, pero tú insistes en que se lo imaginan…

¿Cómo te fue?. Por fortuna, el resultado únicamente lo conocen tú y Dios.

Pero, no todo está perdido. Aquí te dejamos algunas ideas, comprobadas, de acciones de mitigación para recuperar el control.

Estrategias para prevenir y tratar la adicción digital

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Establece límites claros de tiempo:

Uno de los pasos más efectivos es establecer períodos de tiempo diarios para el uso de dispositivos. Herramientas como Screen Time (en iOS) o Digital Wellbeing (en Android) permiten monitorear y restringir el uso de aplicaciones específicas.

Practica el "ayuno digital":

El ayuno es un término familiar para los cristianos y representa restringir el cuerpo de alimento y agua por un tiempo establecido; en el caso digital, la restricción es de utilizar los aparatos por largos espacios de tiempo con el fin de enfocarse en otros asuntos.

Esto puede ser tan simple como no usar dispositivos durante un día completo cada semana o ayunar de las redes sociales durante un período largo para “desintoxicarse”.

Habrá tentación, pero toca vencerla como en un ayuno convencional.

Redefine el tiempo de oración:

Es fundamental crear espacios sin interrupciones digitales para el tiempo devocional. Deja el teléfono en otra habitación, usa una Biblia impresa en lugar de la versión digital y establece un horario fijo para orar. De esta manera, no dejarás que algo se interponga entre tú y Dios.

Crea espacios familiares sin tecnología:

Establece tradiciones familiares que no dependan de la tecnología, como leer la Biblia juntos, orar en familia o hacer actividades recreativas al aire libre. Esto te conectará con el Señor, pero también con los que amas.

Busca apoyo:

La adicción digital, como toda dependencia, puede ser difícil de superar en solitario. Pide ayuda en tu iglesia a pastores, consejeros espirituales o amigos para enfocar tus esfuerzos en conocer mejor a Dios.

Reflexiona en 1 Juan 2:15-17: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre."

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